Diego El Ruso Pérez, quien fuera representado por Francisco Paco Casal a lo largo de su destacada trayectoria, fue uno de los mayores mediocampistas en la historia del fútbol uruguayo, sinónimo del sacrificio y uno de los máximos exponentes de la garra charrúa.
Los inicios en Defensor Sporting
Diego Pérez Aguado nació en Montevideo, un 5 de mayo de 1980. Pasó por varios equipos desde su juventud, debutando profesionalmente en 1999, en Defensor Sporting Club, con 19 años de edad.
En La Viol del Parque Rodó compartió escuadra con compañeros como Federico Magallanes, Marcelo Tejera, Maximiliano El Mono Pereira, Sebastián Taborda e incluso su propio hermano, Omar Pérez, con quien cumplió el sueño de jugar en el mismo equipo.
Sumando juego, minutos y la entrega que siempre le caracterizó, El Ruso Pérez fue consolidándose como uno uno de los más regulares e importantes en el centro del campo violeta.
Con 132 partidos oficiales, anotando 12 goles y consagrándose Campeón de la Liguilla Pre-Libertadores del 2000, a mediados de 2004 llega al Club Atlético Peñarol.
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El Ruso Pérez en Peñarol
Transferido al aurinegro, El Ruso Pérez tuvo desempeños muy destacados, consolidándose rápidamente en el mediocampo del carbonero y ganándose el respeto de la hinchada.
Tras 13 partidos disputados y 2 goles, sus actuaciones lo llevaron rápidamente a Europa, arribando al A. S. Mónaco F. C. de la leyenda del fútbol francés Didier Deschamps.
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Consolidación en el Mónaco
Compartiendo el mediocampo con jugadores como Lucas Bernardi, Akis Zikos y Gerard López, y la escuadra con su compatriota Ernesto Chevantón, El Ruso Pérez fue sumando minutos en el equipo rojiblanco del fútbol monegasco hasta consolidarse como figura tras la llegada de Francesco Guidolin a la dirección técnica
De hecho, Diego fue el capitán del equipo francés, disputó un total de 181 encuentros y marcó 3 goles. El 31 de Agosto de 2010, tras las negociaciones de su representante, Francisco Paco Casal, El Ruso Pérez partiría al fútbol italiano, siendo fichado por el Bologna Football Club 1909.
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Un emblema en el Bologna
En 2010, tras un muy destacado mundial en Sudáfrica, siendo uno de los jugadores más decisivos en la selección uruguaya, llega al rojiazul de Bolonia. Allí volvería a compartir equipo con varios compatriotas, como Miguel Britos, Henry Damián Giménez o Gastón Ramírez.
Esa misma temporada, El Ruso Pérez fue el jugador con más asistencias en el Bologna FC, convirtiéndose en todo un referente dentro y fuera de la cancha. Tras sumar otros 113 partidos y con todo el cariño y respaldo de la gente, en 2015 colgó los botines en Italia.
Sin embargo, la huella del Ruso en el Bologna fue tal que a Diego le propusieron ser director técnico de las formativas del club, responsabilidad a la que aún hoy dedica el mismo sacrificio y la entrega que caracterizaba su juego dentro de la cancha.
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El Ruso Pérez en Uruguay, sinónimo de la garra charrúa
Pero la consagración absoluta de Diego fue mucho antes, vistiendo la celeste. La imagen del Ruso Pérez con la venda en la cabeza, sin perder un ápice de concentración y gritando para volver a entrar mientras le cambiaban la camiseta ensangrentada es una de las más recordadas postales del fútbol uruguayo de las últimas décadas.
El debut del Ruso con la selección uruguaya fue el 13 de julio de 2001, ante Bolivia por Copa América. Tras sumar varios minutos y destacados rendimientos, se ganó una indiscutida titularidad en el mediocampo celeste, disputando también la Copa América 2004 en Perú y la del 2007, en Venezuela, llegando a ser capitán y referente del equipo.
Pero sus más destacadas habilidades futbolísticas, con una marca excepcional, asistidor de la más alta categoría, gran estado físico y un aguerrido juego caracterizado por mucha entrega y sacrificio, brillaron en su máximo esplendor particularmente en dos competiciones: el Mundial de Sudáfrica 2010 y la Copa América de 2011.
Tanto fue así que el mundial de 2010, cuando El Ruso ya era una pieza clave del equipo, disputó todos y cada uno de los encuentros de la celeste, siendo considerado por la prensa internacional como uno de los jugadores más importantes de Uruguay.
Además, también protagonizó una de las mejores jugadas de la competición más importante del mundo. En el penúltimo partido, por el tercer puesto frente Alemania, el Ruso realiza una épica barrida en la mitad de la cancha para quitarle el balón al temido Bastian Schweinsteiger y asiste notablemente a Luis Suárez, quien a su vez habilita a Edison Cavani y rompe la red germánica en lo que, de hecho, terminó siendo el mejor partido del Mundial de Sudáfrica 2010.
Como no podía ser de otra manera, el primer gol del Ruso Pérez en Uruguay fue un hecho histórico, en la referida Copa América del 2011, ante la selección de Argentina. Con ese gol, el partido se fue a los penales y Uruguay dejó afuera al anfitrión. Un momento crucial que llevaría al Rey de América a consolidarse campeón continental por decimoquinta vez.
Así fue que El Ruso se ganó su merecido lugar en la posteridad y la historia del fútbol uruguayo, como uno de los últimos grandes exponentes de la garra charrúa, la entrega y la pasión por el fútbol.
¡Gigante, Ruso!