Antonio Tony Pacheco, quien fuera representado por Francisco Paco Casal durante su histórica trayectoria futbolística, supo hacerse un más que merecido lugar en la posteridad como un indiscutido ídolo del Club Atlético Peñarol. En cancha, el Tony desplegó juego, magia y mucho gol; afuera, es un referente humano de un corazón enorme. Sin más, hoy recordamos al Genio aurinegro, Antonio Pacheco.
El albor de la leyenda del T8ny, un manya de pura cepa
Antonio Pacheco D’Agosti nació en Montevideo, el 11 de abril de 1976. Hizo las formativas en las inferiores del Club Atlético Peñarol, debutando en 1993 en la Copa CONMEBOL. De la cantera aurinegra de Las Acacias a Primera, este manya de pura cepa, ampliamente considerado como el último ídolo de Peñarol, debutó oficialmente en 1994.
Junto a figuras de la talla del “Profesor” Pablo Javier Bengoechea, Carlos “El Pato” Aguilera y Gabriel Cedres, entre otras tantas, Antonio Pacheco fue construyendo su genialidad, dotando al equipo de un gran despliegue futbolístico y un circuito técnico letal que permitió exuberantes logros.
Entre estos podemos mencionar, por ejemplo, el Segundo Quinquenio de Oro de Peñarol, 4 campeonatos uruguayos (1994, 95, 96 y 97) y el plantel aurinegro más goleador en la historia del club, como lo fue el de 1999, año en el que “El Tony” Pacheco llegó incluso a anotar hasta 5 goles en un solo partido.
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Antonio Pacheco en Europa
Con un brillante presente en Peñarol, en enero del 2001 el “Genio” partió con su lámpara a Europa. Dio sus primeros pasos por el fútbol italiano sumándose al Inter de Milán y en 2002 fue transferido al Espanyol de Barcelona, retornando con la experiencia al Peñarol de sus amores en 2003.
Tras una temporada y la obtención de un nuevo Campeonato Uruguayo, en el verano de 2003 retornó a España, esta vez para sumarse a las albas filas del Albacete. En el equipo de Castilla-La Mancha, Antonio Pacheco tuvo destacada continuidad, siendo uno de los jugadores de mayor rendimiento en las temporadas 2003-04 y 2004-05 y consolidándose como ídolo del club. Asimismo, cuando en 2006 el Albacete descendió de categoría, fue cedido al Deportivo Alavés.
Al año siguiente, en 2007, el Tony Pacheco rescinde su contrato con el equipo alavés y vuelve al Río de la Plata, esta vez para integrar filas en Gimnasia y Esgrima de La Plata, donde jugó 14 partidos y anotó 2 goles antes de retornar nuevamente al Uruguay.
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La vuelta del Tony
En 2007 el destino comenzaría a materializarse y traería nuevamente al Tony a Peñarol. Tras obtener el Torneo Clausura de 2008 y ser figura en el aguerrido equipo de Mario Saralegui, en las temporadas 2008/09 y 2009/10 fue goleador del Campeonato Uruguayo y además de levantar la copa, fue elegido mejor jugador del torneo.
Para la temporada siguiente, sin embargo, las idas y vueltas de Diego Aguirre terminaron llevando al “Genio” carbonero al Montevideo Wanderers Fútbol Club, que supo ser hogar de leyendas como el mismismo Obdulio Varela, “el Negro Jefe”.
Luego de una gran temporada en el “Bohemio” del Prado, donde Pacheco disputó un total de 28 encuentros y anotó 10 goles, una épica campaña del más fiel y auténtico respaldo al ídolo aurinegro por parte de los hinchas de Peñarol lograron su merecido retorno al club del que jamás debería haber partido. Como no podía ser de otra manera, Antonio Pacheco volvió a Peñarol en 2012, sumándose al equipo del “Polilla” Jorge Da Silva.
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La fractura del Tony, la recuperación de un genio
En lo que sería su partido de retorno, con estadio lleno y con miles y miles de almas aclamando al genio e ídolo carbonero, el Tony anotó contra el Club Atlético Fénix. Sin embargo, como todo el Uruguay siempre recordará, una brutal fractura de tibia y peroné lo dejó, ya desde el vamos, sin poder jugar al fútbol durante al menos seis meses. Cosas del deporte más hermoso del mundo… que también siempre da revancha.
La fractura del Tony Pacheco conmocionó a más de medio país, por lo que los ánimos y las ganas estaban a flor de piel en la tarde del 23 de febrero de 2013, cuando en la primera fecha del Clausura, el “T8ny” volvería a la cancha.
Y para sumar mística, el destino querría que ese encuentro fuera, justamente, ante Fénix. La esencia y el juego del Tony estaban intactos, recuperando rápidamente la titularidad en el equipo mirasol. Tanto fue así que Peñarol llegó a definir el Clausura 2013 contra el tradicional rival y “el Genio” tuvo su revancha, anotando el primero de los tres goles que definieron el clásico y le dieron el título al carbonero.
El epílogo de una leyenda en oro y carbón
La leyenda del Tony en las canchas finalmente tendría su epílogo el 8 de agosto de 2015, cuando Antonio Pacheco decide colgar los botines a sus 39 años de edad. Para tal ocasión, festejó su despedida junto a una multitud de hinchas en el santuario del club de sus amores, el mismo que lo acompañó durante toda una vida, el 30 de julio de 2016.
¡Gigante, T8ny!