#HistoriasDePases
“Vamos a hacer una cosa, si Alzamendi se rompe la rodilla de nuevo, yo le devuelvo todo el dinero, pero estoy seguro que no, él va a rendir acá” les dijo Francisco Casal a los dirigentes de River Plate en 1986 (..) luego Antonio Alzamendi sería campeón de América y del mundo con River Plate…”
Editorial
La amistad de Antonio Alzamendi y Francisco Casal se remonta a los años 80.
Desde su Durazno natal (1956), y tras pasaje por la IASA (Institución Atlética Sudamérica), cruzó el charco a mediados de la década del setenta para desembarcar en Buenos Aires y ponerse la camiseta de Independiente de Avellaneda (Argentina), “El Rojo”, equipo del que era hincha cuando pequeño.
A principios de los 80’s, retornaría a Uruguay para jugar en el Club Nacional de Football (Uruguay), atrás quedaba el “Rojo” y el equipo de “La banda roja” ya que había tenido una corta participación en River Plate (Argentina), pero su futuro estaría nuevamente en el extranjero, más precisamente en el fútbol azteca, en los Tecos de Guadalajara.
Pero más allá de eso, quiso el destino que la posibilidad de esa nueva incursión en el exterior fuera a través de Francisco Casal, a quien no conocía, pero con el tiempo lo consideraría “Un hermano”.
“Estaba en Nacional, me trataron bárbaro, pero había problemas internos que no vienen al caso mencionarlos, había división en el grupo, ganamos el Campeonato Centenario, después me voy media rueda, y Nacional conquista el campeonato uruguayo”
“Un buen día, aparece Juan Ramón Carrasco en mi casa, preguntándome si me quería ir para México, y ahí lo veo a Paco, Juan me dice ‘él es mi representante’, yo no lo conocía”
“Juan me dice, “Mira Antonio hay determinada plata para ir a México”, a Carrasco lo conozco de toda la vida desde que jugaba en baby fútbol.
“Tenía mucha duda, y ahí Paco me empieza a hablar, me dice, “quédate tranquilo que viajo contigo, pensalo” y me subo al avión, cuando arreglamos, me quedo cuarenta días con Paco en el Hotel Plaza del Sol de México en la Autónoma, y ahí es cuando le pregunto si no quería ser mi representante y me dijo que sí, fue la primera plata importante que agarré, nos quedamos todo ese tiempo para cobrar el cheque con el que nos habían pago, además mejoró lo que se había hablado inicialmente, si eran 100 arregló por 300 por un año, te podes imaginar para mí era un disparate”
“Juego dos años en México, me rompo los ligamentos, me iba arreglar por dos años más de contrato, pero le dije que no, que quería venirme para Uruguay y me dice “bueno, vámonos Antonio, entrénate que yo te voy a buscar equipo”; ya estaba recuperado de la rodilla, a los dos meses me llama Paco y me dice “Te arreglé en Peñarol”; no podía creerlo, juego media rueda, salgo goleador y campeón uruguayo, y un día estaba en casa y me dice “Antonio nos vamos para River, te llevo para ahí de vuelta”, no daba crédito lo que me decía”
“Con él teníamos una relación bárbara, con toda su familia, era como un hermano, estando de vuelta en River, se arregla el contrato, pero en la revisación médica, dicen que no, ya que surge el tema de la lesión de la rodilla, lo querían usar como excusa para que no me vinculara porque estaba en el medio otro jugador con la posibilidad de llegar, y ahí Paco les dice “Vamos a hacer una cosa, si Alzamendi se rompe la rodilla de nuevo, yo le devuelvo todo el dinero, pero estoy seguro que no, él va a rendir acá”, viste como es Paco te pone allá arriba, arranque jugando contra Wanderers por Copa Libertadores y hasta el día de mi retiro nunca más tuve problemas con la rodilla, con River salí campeón de América y del Mundo”.
Fue la primera Copa Libertadores para River Plate (Argentina) y, hasta el día de hoy, el único título intercontinental conquistado por el “Millonario”.
“Luego surge lo del Logroñés de España, no quería firmar hasta que no llegara Paco, porque estaba en Italia, llega y estuvo 25 días conmigo hasta que firmamos”
“Para mí es lo mejor que me
ha pasado en la vida, fuera de que tengo una amistad grandísima, es un tipo
derecho, que lo que te dice, te cumple, además te aconsejaba, “vos tenés que poner la plata acá o allá”,
recuerdo que puse dinero en apartamentos en esa época, hasta una chacra me
compré y todo por consejo de él, para que hiciera una buena inversión y estar tranquilo, a
parte continuamente llamándome, “¿cómo estás Antonio?,
¿necesitas algo?”, el siempre priorizaba al jugador, y sino arreglaba, a él
le daba lo mismo no ganar, además te hablaba clarito, esto es tuyo, esto es
mío, jamás firme nada con él, todo fue de palabra”
“Nunca se olvidó de mí, si hay alguien al que le tengo que agradecer en la vida
es a él, después lo que haya hecho con mi dinero y las cosas que me pasaron en
la vida no es culpa de Paco, es más, tuve mil problemas individuales y siempre
ha estado presente, muchos han sido muy duros, mira que hace muchas cosas para
ayudar a las personas, nunca dice nada y no se saben, siempre da una mano”.
Antonio Alzamendi (Durazno, 1956) tuvo una trayectoria brillante, campeón del Fútbol Argentino con Independiente de Avellaneda (1978) y River Plate (1985/86); campeón de la Copa Libertadores de América (1986), de la Copa Intercontinental (1986) y de la Copa Interamericana (1987) con River Plate.
Fue distinguido como el Mejor Jugador de la Copa Intercontinental (1986).
Fue campeón uruguayo con el Club Atlético Peñarol en 1985.
Fue campeón de América con la Selección Uruguaya de Fútbol en la Copa América de Brasil en 1983 y en la Copa América de Argentina (1987) con un gol inolvidable en la semifinal disputada el 9 de julio de 1987, cuando Uruguay venció a la Selección Argentina de Maradona (Campeona del Mundo en 1986) en la semifinal de la Copa América de ese año, en el partido jugado en el Monumental que le permitió llegar a la final a la Selección Uruguaya.
Fue mundialista con la Selección Uruguaya de Fútbol en los Mundiales de México 1986 y de Italia 1990.
Así recuerda Antonio Alzamendi, en una entrevista exclusiva su relación personal y profesional con Francisco Casal, a quién considera como “un hermano”.
Fotos: Archivo “El Gráfico”.
Francisco Paco Casal – Antonio Alzamendi – Uruguay – River Plate – Independiente – Peñarol – Nacional – Tecos de Guadalajara – Copa América- Mundial.
Que gran jugador fue Alzamendi, que recuerdos y que grande estuvo Paco Casal cuidándolo ante una posible lesión y dando la cara por el.
La mayoría de representantes actuales parecen sacados de la mafia, solo miran por sus interés y tratan a los jugadores como autentica mercancía, cosa que antes pasaba mucho menos.